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Collage digital de Raúl Herrero titulado "Amor", realizado desde el confinamiento |
El creador Raúl Herrero ha respondido a nuestras preguntas en la sección "Confin_Arte" (Arte desde el confinamiento) para la web Viajar por Aragón. Podemos leer la entrevista completa en el siguiente enlace: https://www.viajarporaragon.com/confin_arte-raul-herrero/
Aquí lo tienen:
1._ ¿Cómo has pasado y pasas el confinamiento?
En
el aspecto estrictamente personal he disfrutado enormemente. En casi
nada cambió mi vida durante el confinamiento. Tanto un escritor como
un editor pasan mucho tiempo recluidos, ya sea en su casa, en un
hotel o en un calabozo, tal como les sucedió a Cervantes o Ezra
Pound… Por las noches desde mi ventana observaba el transitar de
las estrellas errantes; la luna emergía inmarcesible envuelta en la
sombra de la eternidad. Y las nubes, vivo en un piso alto, aunque no
tanto como me gustaría, me evocaban escenas de Buñuel y pinturas de
Dalí. He pasado el tiempo con mi hijo y mi esposa, tal
circunstancia, a pesar de mi misantropía, la he vivido a menudo como
un regalo. Durante el confinamiento hubo que perder horas jugosas,
incluso días, en papeleos y trámites para asegurar la
supervivencia. Pero omito esos detalles, más propios de un director
general, de un chupatintas, de un lamelibranquios o de algo así,
porque entiendo que este consultorio se enfoca hacia otros aspectos
más ricos de la vida. He destinado bastantes horas al estudio de
textos de Samkara y de las Upanishads.
2._¿Tu trabajo como editor se ha visto afectado
de alguna manera?
El
mundo del libro, al igual que otros sectores, se ha paralizado. Esto
ha derivado en un retraso de las novedades programadas, en la
suspensión o aplazamiento de obras en preparación. Son tristes los
efectos económicos negativos que apalean a la industria del libro en
estos momentos. Desde otro punto de vista, el linaje de la producción
del libro necesitaba frenarse para, tal vez, reflexionar sobre varios
temas, en especial la cantidad de títulos que se editan al año. Por
supuesto, lejos de lo que algunas personas del sector proponen, la
solución no pasa porque los editores que entregamos a la imprenta de
nueve a catorce libros al año reduzcamos nuestros títulos, sobre
todo porque el impacto cultural de esos libros, con ciertas
excepciones, suele ser mayor que el de otros emporios. Más bien la
cuestión sería que los lanzadores de novedades y grupos que
desembuchan 100 títulos o más a la semana, buena parte de ellos
prescindibles, se frenen para bien suyo y para bien de la lectura y
del mundo cultural, incluso evitando ciertos títulos que insultan a
la inteligencia de cualquier lector medio. Aunque a nadie se le
escapa que esa sobreabundancia de producción encubre el intento de
ahogar al posible competidor y que desaparezca del mapa de las
librerías y de la mesa de novedades. En este aspecto la inteligencia
de las librerías independientes resulta fundamental. En todo caso no
pretendo competir en ese terreno, no se corresponde con mi forma de
entender la edición, tampoco mis publicaciones tienen ese carácter.
¿Pueden una hormiga y un leopardo realizar una carrera en igualdad
de condiciones? ¿Es lo mismo una liendre que un mamut? ¿Es lo mismo
un productor de libros que un editor?
3._ ¿Cómo crees que afectará al mundo editorial
el escenario post-pandemia?
Desde
el punto de vista económico supondrá un desastre, al menos en un
plazo inmediato. En todo caso no acostumbro a profetizar, pero si me
vence la tentación procuro hacerlo en la intimidad o entre mis
cercanos. Ojalá no se lleve por delante a editoriales y libreros y
distribuidores esenciales desde el punto de vista de su implicación
con la cultura, que puede ser lo mismo que la industria del libro,
pero que también es otra cosa. Los autores, ilustradores y
traductores, en definitiva toda la cadena, también saldrán
perjudicados, si bien cada uno sentirá ese perjuicio en su perímetro
particular. Los negocios que tanto habían padecido durante la crisis
anterior y que, en muchos casos, todavía no se habían repuesto,
ahora pueden desaparecer del mapa, lo que implica la ruina de
familias, de personas. La precariedad es una forma de marginalidad.
En unas circunstancias como las que se nos presentan, según los
augures del futuro con altas tasas de paro, las personas que han
trabajado durante muchos años en un negocio propio son prácticamente
irrecuperables para el llamado “mercado laboral”. Pero no
olvidemos, tras esta parrafada de ministro que acabo de soltar, que
en parte toda esta parafernalia del sistema de empleo y de la
economía son mascaradas. A algunos nunca les falta el trabajo.
¿Sigue todavía vigente el sistema de castas?
4._ Los actos sociales que suponían, por ejemplo,
una presentación literaria o la inauguración de una exposición,
¿crees que sufrirán algún cambio a partir de ahora?
De
entrada se han suspendido los actos. Ignoro el modelo que se tomará
tras la pandemia. La mayoría confiamos en un regreso a la normalidad
previa a la peste. En determinados aspectos de la vida cotidiana y
del trabajo, lo virtual y “electrónico” no terminan de cuajar,
por mucho que ciertos expertos se empeñen en el imperioso triunfo de
esos sucedáneos. Tan solo los fieles a lo tecnológico, una forma de
fe como cualquier otra, a cualquier precio y por encima de toda
evidencia, encuentran pruebas del advenimiento de su credo.
5.- Además de editor, eres escritor, dibujante,
pintor, director...en definitiva, un creador. Desde la creatividad,
¿a qué has dedicado más tiempo en el confinamiento?
Me
he dedicado a la lectura, a la revisión de pruebas de libros, a la
escritura, a rodar cortometrajes con mi hijo Hermes, a practicar la
danza sufí, a recordar con detalle ciertos momentos de mi pasado, a
cantar melodías jasídicas, al cine… El retiro y el encierro,
cuando no implican tortura física ni menoscabo, a menudo van de la
mano de la inmersión en uno mismo, siempre con la esperanza de
volver renacido a la vida. Espero que las mediocridades y los
impulsos pusilánimes, que a diario se reparten en nuestra sociedad,
no me hagan olvidar lo reaprehendido en estos días.
6._ ¿Qué han significado para ti las redes
sociales en este tiempo?
Desde
un punto de vista personal una distracción. Como editor una manera
de seguir dando señales de vida, de rondar a la existencia. En estos
días hemos ofrecido más contenidos en nuestras redes y canales de
comunicación con el presuntuoso deseo de aportar algo a los que
vivían estos momentos con desasosiego. También han supuesto una
forma de seguir en contacto con amigos y conocidos. Mi vecindario lo
agradece, desde que existen las redes sociales he abandonado el
sistema de gritar por el balcón o de realizar señales de humo, con
el riesgo de incendio que eso suponía. Aunque que el teléfono
tampoco era moco de pavo.
7._ ¿Crees que ya estamos preparados para la
desescalada?
No
tengo ni puñetera idea. Pero, según algunos comportamientos de los
que he sido testigo, ya fueran en directo o de manera virtual, para
lo que una buena parte del ser humano sigue preparado es para hacer
el cenutrio.
8._ ¿La reacción del estado español ha estado a
la altura de esta pandemia?
Solo
podemos hablar de evidencias. Si se refiere al gobierno es verdad que
al principio quitó importancia a lo que estaba por venir. Luego fue
cambiando. No poseo suficientes elementos de juicio para afirmar de
manera tajante si se han equivocado en todo o en parte. Pero sí creo
que debemos posicionarnos con las víctimas, cualquiera de nosotros
puede ser una de ellas mañana, también con los que sufren, con los
que han perdido el trabajo, con los que se han arruinado, con los
autónomos, con los que no pueden trabajar porque todavía no han
abierto sus centros, también con los que dependen de salas, teatros,
cines, salas de exposiciones… Los trabajadores de la cultura en
España nos movemos en una precariedad cada vez más acuciante.
También habrá quien se carcajee como un bobalicón y masculle:
«¡Que se fastidien!». Pero esos actores, esos autónomos,
empresarios, técnicos, músicos y, en suma, trabajadores, no
realizan sus funciones para esa calaña, sino para una humanidad con
capacidad crítica. En todo caso si alguien tiene responsabilidades
políticas o de cualquier otro tipo que las asuma o que se las hagan
asumir. La política se ha convertido por un lado en un culebrón, y
yo solo sigo los de las sagas galácticas, por otro en un partido de
fútbol donde la mayoría participa como hinchada. Cuando la bondad
se convierte en un lujo los mezquinos se aúpan a los cerros más
altos.
9._ Por último, ahora que, según los
gobernantes, ya podemos empezar a salir de casa, ¿qué es lo primero
que te apetece hacer?
Quedarme en casa y abrir un libro.
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"Ahora voy" dibujo de Raúl Herrero desde el confinamiento |
¡Qué hermosura!
ResponderEliminar"Ahora voy" recoge muy bien la esencia. Hay mucho ahí. Chapeau!
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